En el 2007, el grupo comenzó su actividad de tienda de chatarra recolectando equipos en las calles de Lima. Allí trabajan 5 personas y las ventas se realizan en 3 locales. Finalmente, cuatro maestros trabajan en los talleres de manual, carpintería, soldadura y jardinería que capacitan a los jóvenes y dan una segunda vida a los objetos recuperados.